viernes, 20 de mayo de 2011

LOS VALORES LASALLISTAS

ESPÍRITU LASALLISTA UNA PROPUESTA DE VIDA.

 

 

"No se es lasallista por pisar o pasar por una de las instituciones que llevan su nombre. Sólo se es cuando tratamos de apasionarnos y vivir por los valores que De La Salle quiso presentes en el corazón y en la conducta de los jóvenes: la fe, el servicio, la fraternidad, la Justicia y el Compromiso"

Hno. José Cervantes

 

 

El espíritu lasallista apunta a un ideal por el que vale la pena vivir y luchar, un ideal de justicia y paz que invita a dirigir la mirada a nuestro alrededor, a fijarnos en la gente con la que vivimos. Nos invita a vivir una actitud de servicio concreto, al compromiso, a compartir nada más y nada menos que nuestra vida misma con los demás.

 

Hay quienes comparten la misión de vida de San Juan Bautista de La Salle. A ellos los llamamos Hermanos. Gente que decide consagrar su vida a la educación cristiana, es decir, hace un compro-miso de vivir 100% dedicado a esta vocación. Hay quienes sin consagrarse deciden apoyar esta misión, dedicando con convicción gran parte de su tiempo a esta obra educativa. Hay otros más que, sin dedicarse a la educación, se enamoran de los valores e ideales de esta gran familia y deciden vivirlos y llevarlos a donde quiera que estén.

 

¿Cuáles son estos valores y cuál es la forma de vivirlos?

 

Fe, Fraternidad, Servicio, Justicia y Compromiso. Esto es lo que San Juan Bautista de La Salle aprendió y vivió con su vida; estos valores son los que él transmitió y dejo en sus hermanos; estos son los valores que rigen a cualquier educador Lasallista y estos son los valores que él transmite y busca dejar sembrados en los corazones de quienes educa. Si estos valores vibran y cobran vida y sentido dentro de ti entonces ¡eres lasallista!.

 

Fe: Entendida como una actitud de apertura y confianza, en la que dejamos que Dios toque nuestra vida y entre en ella dejándonos guiar por Él a través de los acontecimientos de la vida (representada en la punta de la Estrella, como el máximo valor de todo lasallista).

 

Fraternidad: Valor vivido con una clara consciencia de la interdependencia que implican las relaciones humanas, en las que afecto y me dejo afectar por el otro. Implica una profunda comprensión del ser humano y trabajar hombro con hombro para la construcción de la paz, la justicia y la dignidad humana (representada por el brazo izquierdo de la Estrella).

 

Servicio: El servicio invita a poner los dones que has recibido al servicio de los demás, a atreverte a compartir tu vida, tu aprendizaje, tus bendiciones. A buscar un ¿Para qué? A todo lo que la vida te ha dado y arriesgarte a incendiar la tierra de amor (representada por el brazo derecho de la Estrella).

 

Justicia: Es la voluntad de dar a cada quien lo que le corresponde según la naturaleza humana, buscando una relación equitativa con los demás y privilegiando la atención al más necesitado (representada por la base izquierda de la Estrella, como base para construir personas).

 

Compromiso: Es la obligación adquirida en el Bautismo y a través de la cual colaboramos en la construcción del Reino de Dios con las demás personas (representada por la base derecha de la Estrella, como base para desarrollar los otros cuatro valores).

 

Al final, ya sea que compartas la ideología lasallista o no, lo que importa es que, a ejemplo de San Juan Bautista de La Salle, y otros grandes hombres que nos han enseñado con su vida, encuentres aquellos valores e ideales que te apasionan y te atrevas a vivirlos con fuerza, plenitud y congruencia dando lo mejor de ti a los demás y contribuyendo con tu vida a hacer un mundo mejor, un mundo más justo y digno para todos.

 

Hasta aquí solamente una invitación y una propuesta para hacer del espíritu lasallista un estilo de vida.

 

Juan Bautista era un hombre de fe: espiritualidad que dio a toda persona animada de esa espiritualidad que llamamos "Lasallista". No significa que Juan Bautista fuera un hombre perfecto: era un hombre con un poco de orgullo, fácil a la pereza, amigo de la comodidad. Pero Dios entró en su ritmo, y desde dentro, él cambió. Dios poco a poco lo guió, y Juan Bautista, por su parte, permitió que Dios lo hiciera. En el punto, que una vez declaró que Dios, sin darse cuenta, se echó a su vida y su voluntad se convirtió en su pasión, por lo que de compromiso en compromiso, Dios lo llevó en su camino hasta el final.

 

Hoy somos una gran familia en todo el mundo (el consorcio educativo más grande del mundo): Que éste sea el mismo espíritu y pasión que nos anima: la  fe, la fraternidad, el servicio, la justicia y el compromiso.

 

INDIVISA MANENT

Permanecemos unidos

 

 

COMUNIDAD EDUCATIVA LASALLISTA DEL COLEGIO MIGUEL DE BOLONIA

San Juan de los Lagos, Jalisco