domingo, 28 de octubre de 2007

NUEVOS BEATOS AMERICANOS, 2 MEXICANOS -JALISCIENCES-

Tres nuevos beatos elevan la contribución de América Latina al catolicismo


Tres sacerdotes latinoamericanos asesinados durante la Segunda República y la Guerra Civil (en 1934 y 1936-1939) se sumaron hoy a la larga lista de santos y beatos del continente americano.


México es el país de América Latina con más santos, entre los cuales se destaca Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el primer indígena canonizado en la
Tres nuevos beatos elevan la contribución de amé
El sacerdote cubano José López Piteira y los mexicanos José María Escoto y Luciano Hernández fueron beatificados por el Papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro del Vaticano, entre los 498 'mártires del Siglo XX en España', según la denominación dada por la Iglesia.

El 'continente joven', que además, tiene el mayor número de católicos en el mundo, cuenta con casi medio centenar de santos y una cantidad muy superior de beatos en los más cinco siglos transcurridos desde el descubrimiento de América y la evangelización.

El pasado 6 de julio el proceso de beatificación del laico argentino Ceferino Namuncurá y la monja venezolana Candelaria de San José Paz Castillo Ramírez fue aprobado por el Papa.

El cubano José López Piteira es para algunos el primer beato de Cuba, sin embargo, otros consideran que no porque éste vivió la mayor parte de su vida en España, además, la propuesta para su beatificación partió de la Iglesia Católica española.

López Piteira nació en Camagüey el 27 de marzo de 1913 y fue bautizado el 11 de noviembre de ese mismo año, a los 16 años ingresó en el noviciado agustino de nuestra Señora del buen Consejo de Leganés, en Madrid, y en 1935 fue ordenado diácono.

El 6 de agosto de 1936 fue detenido junto con la comunidad madrileña de El Escorial y encarcelado en la prisión de San Antón de Madrid.

La familia del joven sacerdote realizó una gestión ante la Embajada de Cuba en Madrid y con funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores para lograr su liberación argumentando que se trataba de un ciudadano cubano.

Pero la postura del joven fraile fue firme y decidió permanecer junto a sus hermanos de religión.

'Están aquí todos ustedes que han sido mis educadores y maestros, ¿qué voy a hacer yo en la ciudad? Prefiero seguir la suerte de todos, y que sea lo que Dios quiera', dijo en su momento.

Murió en Paracuellos de Jarama (Madrid), junto a otros cincuenta religiosos agustinos el 30 de noviembre de 1936 a los 23 años.

Por su parte, José María Escoto nació en 1878 en el rancho de Agua Caliente de Atotonilco El Alto, localidad del estado mexicano de Jalisco, y perteneció a la orden de los Carmelitas Descalzos de Cataluña, a la que ingresó en 1935 con el nombre de fray José María.

Antes de profesar sus votos tuvo que abandonar el convento y fue apresado y fusilado el 29 de julio de 1936 a la edad de 57 años, junto con sus compañeros de comunidad en una localidad de Lleida.

Luciano Hernández, nacido en 1909 en San Miguel del Alto, también en Jalisco, fue perseguido en México en la 'guerra cristera' (1926-1929) desatada por el presidente Plutarco Elías Calles y se refugió en España, donde ingresó en los dominicos.

En agosto de 1927 profesó sus votos y cambió su nombre por el de Reginaldo antes de ser ordenado sacerdote en 1933.

Este religioso buscó refugio en la embajada de México en Madrid pero éste le fue denegado. A sus 27 años fue detenido, el 13 de agosto de 1936, y fue llevado a un centro de detención ubicado en la localidad de Lista y ejecutado.

México es el país de América Latina con más santos, entre los cuales se destaca Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el primer indígena canonizado en la historia de la Iglesia Católica, el cual fue testigo de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en el siglo XVI.

Durante el Pontificado de Juan Pablo II la lista de santos mexicanos creció enormemente, fundamentalmente a causa de los muchos mártires que dejaron las revoluciones.

Sólo en el 2000 fueron canonizados Cristóbal Magallanes, Román Adame González, Rodrigo Aguilar Alemán, Julio Álvarez Mendoza, Luis Batis Sainz, Agustín Caloca Cortés, Mateo Correa Magallanes, Atilano Cruz Alvarado, Miguel de la Mora de la Mora y Margarito Flores García están en la lista.

Desde el mismo año son santos José Isabel Flores Varela, David Galván Bermudes, Salvador Lara Puente, Jesús Méndez Montoya, Manuel Morales, Justino Orona Madrigal, Sabas Reyes Salazar, José María Robles Hurtado, David Roldán Lara, José María de Yermo y Parrés y María Jesús Sacramento Venegas de la Torre.

Previamente, en 1992, Juan Pablo II había declarado santos a Toribio Romo González, Jenaro Sánchez Delgadillo, Tranquilo Ubiarco Robles y David Uribe Velasco, también mexicanos.

Otros latinoamericanos elevados a los altares son Miguel Febres Cordero (1984), de Ecuador; Roque González de Santa Cruz (1988), de Paraguay; Teresa de Jesús de los Andes (1993), de Chile, y Héctor Valdivielso Sáez (1999), de Argentina.

Benedicto XVI fue elegido Papa el 19 de abril de 2006 y desde entonces ha canonizado al jesuita chileno Alberto Hurtado Cruchaga (2005), al obispo mexicano Rafael Guisar Valencia (2006) y al brasileño Antonio de Santa Ana (2007).

La ecuatoriana Narcisa de Jesús Martillo será santa este año.

Entre los santos latinoamericanos mas antiguos están los peruanos Santa Rosa de Lima, patrona de Hispanoamérica y Filipinas, y San Martín de Porres, así como la ecuatoriana Santa Marianita de Jesús La Azucena y San Felipe de Jesús de México.


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Rafael Alonso Carlos

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