domingo, 28 de octubre de 2007

CARTA DEL SUPERIOR GENERAL HNO. ALVARO R.E. CON MOTIVO DE LA BEATIFICACIÒN DE 58 F.S.C.

Carta del Hno. Superior sobre la Beatificación de 58 Hermanos de Las Escuelas Cristianas

Modificado por última vez: 01/10/2007 12:21
Con gran alegría la Iglesia universal se prepara a celebrar el día 28 de octubre del presente año la beatificación de 498 mártires. De ellos, 58 son Hermanos de las Escuelas Cristianas. Todos entregaron la vida en defensa de su fe y de su identidad religiosa durante la persecución religiosa que tuvo lugar en España entre los años 1934 y 1939. El lugar elegido será Roma, la ciudad que tanto sabe y nos recuerda el martirio de los primeros cristianos.

Maestros y testigos
Maestros y testigos

BEATIFICACIÓN DE 58 HERMANOS DE LAS ESCUELAS CRISTIANAS

"Ellos vencieron en virtud de la sangre del Cordero, y por la palabra del testimonio que dieron, y no amaron tanto su vida que temieran la muerte" (Ap 12, 11)

Queridos Hermanos y miembros de la Familia Lasaliana

Con gran alegría la Iglesia universal se prepara a celebrar el día 28 de octubre del presente año la beatificación de 498 mártires. De ellos, 58 son Hermanos de las Escuelas Cristianas. Todos entregaron la vida en defensa de su fe y de su identidad religiosa durante la persecución religiosa que tuvo lugar en España entre los años 1934 y 1939. El lugar elegido será Roma, la ciudad que tanto sabe y nos recuerda el martirio de los primeros cristianos.

Entre los nuevos beatos hay 2 Obispos, 24 Sacerdotes diocesanos, 462 miembros de Institutos de Vida Consagrada masculinos y femeninos, 1 Diácono, 1 Subdiácono, 1 Seminarista y 7 Laicos, distribuidos en 23 causas diferentes. Aunque la gran mayoría de estos mártires son españoles, hay 5 que nacieron fuera de España, de los cuales 2 son Hermanos de Las Escuelas Cristianas nacidos en Francia.

Sin duda, se trata de una de las beatificaciones más numerosas en la historia de la Iglesia, a la que el Instituto de La Salle aporta el cuarto grupo más numeroso. Los primeros mártires de esta persecución religiosa en ser beatificados y más tarde canonizados fueron nuestros 8 Hermanos de Turón y el H. Jaime Hilario. Después vinieron los mártires de Almería y de Valencia y ahora, de nuevo, recibimos la gracia de la beatificación de 58 Hermanos más.

En todos los países y en todos los tiempos, el hecho del martirio ofrece siempre lecturas e interpretaciones diferentes, pero sólo las persecuciones religiosas tienen mártires. Quienes conocieron a estas personas de cerca y, en concreto a nuestros Hermanos, fueron testigos de las razones auténticas por las que entregaron su vida. Todos ellos afirman y reconocen la fortaleza de su fe, confesando su condición de creyentes y de religiosos. Antes de su muerte fueron encarcelados, torturados y condenados sin juicio ni culpa alguna. Algunos rechazaron propuestas de renunciar a su identidad de religiosos o de abandonar la escuela o la comunidad en la que se encontraban para salvar su vida, pero no lo hicieron. Todos murieron heroicamente, perdonando a sus asesinos y proclamando a Cristo como el único Rey y Señor de su vida.

Con su beatificación, nuestros 44 Hermanos de las comunidades de Barcelona del Distrito de Cataluña, los 4 de Consuegra (Toledo), 5 de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real) y 5 de Lorca (Murcia), del Distrito de Madrid, se convierten para nosotros en verdaderos Signos de Fe y Caridad, a la vez que nos anuncian su Esperanza en un mundo más justo y fraterno donde la vida sea siempre defendida y donde la libertad de expresión religiosa sea respetada.

El derramamiento de la sangre de los mártires por Cristo, es considerado por la Iglesia como un supremo don y la prueba mayor de la caridad. Como discípulos de Jesús, ninguno de ellos amó tanto su vida que temiera la muerte; todos rubricaron con su sangre las palabras del Maestro: "nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos" Como seguidores de Juan Bautista de la Salle, cada uno de ellos supo además responder al compromiso de estar dispuestos a dar la vida por los niños a quienes enseñaban (Md. 198,2).

Hermanos y demás miembros de la Familia Lasaliana, que el testimonio de nuestros mártires aliente nuestra Fe como seguidores de Jesús -Cordero Pascual que aceptó libremente su muerte por nuestra salvación- y fortalezca también nuestro Celo por la educación de las nuevas generaciones, para que todos los hombres podamos vivir como hijos e hijas de Dios, y como hermanos y hermanas, respetándonos y conviviendo en paz unos con otros.

Agradecemos el trabajo de todos aquellos que a lo largo de muchos años han llevado la responsabilidad de los diversos procesos de beatificación, tanto en España como en Roma y que ahora ven también reconocida su labor.

Preparémonos lo mejor posible a vivir y participar en esta gran fiesta de la Iglesia y del Instituto de La Salle. Unámonos todos para dar gracias a Dios por el don de los nuevos mártires. Que por su intercesión, Dios nos conceda, como fruto de su beatificación, la gracia de la fidelidad a nuestra vocación como Hermanos y Seglares Lasalianos. Que Santa María, Reina de los Mártires, nos dé fuerza en los momentos difíciles de la vida y bendiga la Misión que, juntos, estamos desarrollando por todo el mundo, para la mayor gloria de su Hijo Jesús.

Estaremos encantados de saludar y acoger a cuantos peregrinos se acerquen a Roma y a nuestra Casa Generalicia en esta ocasión.

Hno. Álvaro Rodríguez Echeverría
Superior General



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Rafael Alonso Carlos

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