lunes, 13 de agosto de 2007

EL PIERCING

Si ya te tocó escuchar la frase que da nombre a este artículo, sabes bien a qué nos referimos… Quizá está de más decirte que no eres el único que ha sufrido el regaño y que tampoco es nada nuevo; pues, a través de la historia, la gente ha "decorado" y alterado su apariencia y sus cuerpos de diferentes maneras.
El piercing (que si lo traduces literalmente quiere decir penetrante) ha servido de decoración a muchas culturas. Hacer una perforación en el cuerpo es una manera de modificarlo; pero, ¿sabes en qué forma y a qué precio?
HACE NO MUCHOS AÑOS, EN UNA GALAXIA MUY CERCANA…
El piercing ha sido practicado por la mayoría de las culturas desde hace más de 5,000 años. Los faraones egipcios se perforaban el ombligo porque tenían la creencia de que les ayudaría en el tránsito a la otra vida; los soldados romanos los colocaban en sus pezones como señal de virilidad; los mayas y aztecas, por su parte, decoraban su lengua como rito espiritual –comunicación con los dioses.

En la época Victoriana, en Inglaterra, los miembros de la realeza se perforaban los pezones y los genitales para ser más atractivos al sexo opuesto. Los marineros usaban el piercing como signo de lujo y riquezas. Los hindúes para designar a la casta a la que pertenecían.

Las tribus sudamericanas lo hacían también para anunciar a qué clase social correspondían (mientras más grande fuera el espacio de la perforación, era más alta su clase social). En los años 60, del siglo XX, fueron los hippies quienes utilizaron el piercing como body art.
¿POR QUÉ PERFOR-ARTE?
En la época actual la gente se perfora por muchas razones: está de moda, les gusta tener algo propio, quieren ser únicos, dicen que se ve "padrísimo"… En una palabra, buscan ser diferentes a todos las demás. Y es curioso que pretendan ser diferentes por un piercing, ya que se ven iguales a todos los demás que los traen.
¡OJO! LO QUE NO SE VALE ES HACÉRTELO…
* Sólo porque quieres que te acepten en un grupo.

* Sólo porque tus mejores amigos se lo hicieron.

* Sólo porque te han sugerido que te lo hagas.

* Sólo porque tu cantante o actor/actriz preferido(a) tiene uno.

* Sólo por un arranque impulsivo del cual después puedas arrepentirte.

* Sólo por querer demostrar independencia y protesta. Hay otras formas de hacerlo.

* …a escondidas de tus papás. Mejor coméntales lo que quieres hacer; si estás convencido y ya tienes su permiso, tal vez hasta convenga que te acompañen.


SI YA LO PENSASTE BIEN, CONSIDERA QUE...
Lo más importante a tener en cuenta, es que una persona que se precie de hacer buenas perforaciones, NUNCA te hará un piercing si eres menor de 18 años; si de plano insistes, te pedirá una constancia del permiso de tus papás.

Cerciórate que el equipo que utilicen esté bien esterilizado y hayan cambiado las agujas que usaron con otros clientes. Si esto no se lleva a cabo, a lo único que te estás arriesgando es a contraer una infección seria, tétanos, hepatitis o en el peor de los casos, SIDA.

Nunca dejes a un amigo hacértelo, porque esto puede traer complicaciones innecesarias.

Después de haberte hecho una perforación, la limpieza es la clave para no tener ningún tipo de infección.

También es importante resaltar que el objeto que se incruste, sea de un material inoxidable como el titanio, acero u oro sólido.
¿SABÍAS QUE…?
* Los cartílagos de la oreja no cicatrizan tan rápido como lo hace el lóbulo.

* Si te haces una perforación en la lengua, ésta sangrará mucho. Debes tener cuidado en el lugar donde escojas que te la hagan, ya que puede afectar tus papilas gustativas.

* Las perforaciones en el ombligo son las que corren mayor peligro de infección ya sea por el roce de tu ropa o por falta de ventilación. (Si eres mujer y algún día piensas embarazarte, el objeto lo tendrás que retirar).

* Si la perforación decides hacértela en la nariz, toma en cuenta que puede complicar tu respiración. Si con el tiempo decides quitar el objeto, ¡aguas!, la perforación es difícil que cierre.

ENTONCES, ¿QUÉ OTRAS OPCIONES HAY?
Pregunta a alguna persona que ya se haya hecho algún piercing acerca de su experiencia: el costo, el dolor, el tiempo, los cuidados posteriores; esto te dará una idea de lo que te espera si ya lo has decidido. Recuerda que tú estás directamente involucrado en las decisiones que afectan tu salud y tu cuerpo. Siempre existe la posibilidad de cambiar tu decisión.

Si todavía estás indeciso, existen un sinfín de aretes, clips y grapas que te ayudarían a simular que te has hecho un piercing y puedes usarlo donde quieras (oreja, ceja, ombligo o nariz), no duele nada y puedes quitártelos y ponértelos cuando quieras. Así, no tendrás de qué arrepentirte.



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             Rafael Alonso Carlos

1 comentario:

Unknown dijo...

Este artículo es un exelente análisis de prevención y de toma de conciencia, no apruebo todo lo que sea agresivo para nuestro cuerpo o nuestro espíritu. ¡Felicitaciones! y van...
Cristina Faleroni.